ATENCION: Solamente después de recibir "caracol de Oggun" el Iwóro puede hacer "Eyebale",
sacrifício de animal de plumas y después de recibir "Pinaldo" el santero puede realizar sacrificio de
animales de cuatro patas.
Cuando hay una situación imprevista y hay que hacer "Eyebale" al Santo y no hay a la mano
"Egues" hierbas para refrescar el Orisha, se suple el Egue con un poco de "Sará-Ecó", hecho con
harina de maiz amarilla y "oñi" miel, sin manteca de cacao ni corojo.
La sangre de los animales contiene una cantidad de energía muy grande. Ese Aché o fuerza
espiritual permite que la base material de los Orishas, que cada consagrado guarda en sus
respectivas soperas, se mantenga “viva”
Siempre el que oficia para sacrificar se quita los "Ilekes" collares.
El sacrificio de animales en la santería busca y logra entre muchas cosas salvar a la gente de la
muerte, la enfermedad, la locura, la pobreza, el desempleo, la desesperanza, las perdidas
materiales, la destrucción de los hogares y en general toda clase de problemas que se le pueden
presentar a un individuo a lo largo de la vida.
Durante todo el proceso del sacrificio solo se pronuncian rezos y se dedican discretos cánticos a
las Deidades a quienes se les está dedicando la ofrenda. Éste se ejecuta con gran seriedad y
respeto porque la presencia de la Muerte imprime trascendencia al acto.
El Pan se pone a todos los Santos, pero deben tener especial cuidado de no echar pan con sangre
en la sopera de Obatála, puesto que elo trae consecuencias.
NOTA: No se olvide que no se toca la comida que se ofrece a los Orishas <
hayan comido>> .
Las deidades absorben la esencia, el fluido de los alimentos; de la vida que está en la sangre,
frutas, golosinas y bebidas.
El llamado "Ebbó Yuré", es un sacrificio al Santo que se hace en un solo día, desde un pollo con
todos sus ingredientes, hasta...una simples fruta, no tiene "Itá, porque este no se puede hacer
hasta pasados los tres días, el Santo el primer día come y recibe el "Ellé", también "Oroiña, que es
la entraña de la Tierra, así como el aire, que esparce el fluido espiritual.
El "Ellé no llega a Ará-onú para que Olofi dicte o sentencie, hasta que los iñales que se le ponen al
Santo no se corrompen.
Los iñales o Ashes de plumas son: Patas sin uñas, Ano, punta de las Alas, punta de la Pechuga,
Cuello sin piel, Corazón, Molleja, Hígado sin la Hiel, Pulmones
Los que presencian el sacrificio del carnero, tocan con un dedo el pescuezo sangrante del animal
se trazan una cruz en la frente y chupan la sangre que les queda en el dedo “para su bien y alejar
lo malo”. La atmósfera del sacrificio, fortalece el organismo.